Aunque actualmente no exista cura y se desconozcan las causas la AR, los avances médicos permiten
identificar cómo actúa la enfermedad, por lo que los tratamientos se han transformado con la finalidad de
reducir los síntomas, lograr una lenta progresión de la enfermedad, mejorar la función física y, por tanto, la
calidad de vida.
Cada caso es único, por ello el diálogo y el acompañamiento de un especialista en reumatología es
fundamental para tener un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado.
Las manifestaciones como la rigidez, la fatiga y el dolor
en articulaciones interfieren con la vida diaria.24
Es importante identificar las repercusiones de la AR tanto a nivel físico como psicológico, pues estos trascienden a la esfera familiar, social y laboral.29,30
Se estima que de los pacientes con AR:
Habla con tu reumatólogo para identificar las áreas
de mejora
y establecer un abordaje personalizado